“Si lloras porque el sol se escondió, las lagrimas no te dejarán ver las estrellas” Rabindranath Tagore.
“Si lloras porque el sol se escondió, las lagrimas no te dejarán ver las estrellas” Rabindranath Tagore.
Cuando el sol se oculta detrás de las montañas y un manto de oscuridad cae sobre la humanidad, es momento de extasiarnos ante el más sublime paisaje que nuestra nave espacial, el planeta Tierra, nos puede ofrecer: Una gigantesca ventana al universo.
Miles de estrellas, nebulosas, galaxias y planetas, que han acompañado a quienes estuvieron antes que nosotros en la aventura de la vida, siguen allí, brillando gloriosamente, para permitirnos disfrutar de una experiencia inolvidable.
Las noches patagónicas son ideales para la observación de las estrellas ya que la contaminación lumínica es baja. Los sitios ideales son muchos, con la posibilidad de hacer la actividad a ojo desnudo, con binoculares, telescopios y astrofotografía.
La experiencia
Las excursiones parten desde Trevelin o Esquel, por la tarde en dirección a Gualjaina, un pequeño poblado de un millar de habitantes para luego bordear el río hasta llegar a la zona del Área Natural Protegida Piedra Parada. Se comparte una caminata, y una cena, para luego dar lugar a la actividad acompañada de historias legendarias, de héroes y dioses plasmados en las estrellas, mitologías antiguas, ciencia moderna y la riqueza geológica y natural del lugar. Dale permiso a tu mente y tu alma para elevarse hasta tocar el cielo.