El invierno transforma el Parque Nacional Los Alerces en un paraíso blanco ideal para los amantes de la naturaleza, el silencio y la aventura. Rodeado de montañas nevadas, bosques milenarios y lagos cristalinos, este parque se convierte en un destino ideal para quienes buscan experiencias únicas y sostenibles.
Trekking de invierno: caminá entre bosques nevados
Con raquetas o calzado adecuado, podés recorrer senderos rodeados de alerces, arrayanes y coihues cubiertos de nieve. Las caminatas invernales permiten ver huellas de animales, escuchar el crujido del hielo bajo tus pies y disfrutar de la tranquilidad más absoluta.
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Sendero del Río Arrayanes: ideal para una caminata suave entre bosque y río turquesa.
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Pasarela del Lago Verde: conecta con vistas increíbles, accesible aún en días fríos.
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Puente colgante sobre el Río Rivadavia: perfecto para fotos únicas del entorno nevado.
Excursión al Alerzal Milenario: historia viva en la nieve
Una de las joyas del parque. Se accede en una excursión combinada (navegación + trekking) hasta un bosque de alerces con más de 2.600 años de antigüedad. Caminar entre estos gigantes cubiertos de escarcha es una experiencia difícil de olvidar.
Glaciar Torrecillas: la gran aventura
Para los más aventureros, hay excursiones guiadas que combinan navegación por el lago y caminatas hasta el Glaciar Torrecillas. En invierno, este recorrido ofrece un paisaje completamente distinto, con hielo, roca y nieve dibujando un entorno épico.
¿Por qué visitar el parque en invierno?
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Paisajes invernales sin multitudes: más espacio para disfrutar en silencio.
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Fotografía de paisajes nevados: lagos espejados y montañas blancas.
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Fauna local: con suerte, podés ver huemules, cóndores o zorros.
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Experiencias únicas: el bosque nevado tiene una magia especial.